Madre, abuela y bisabuela tenían esta forma de hacer el mate.
Mate querido que me das acidez, te tomo igual. Y más de esta forma.
Mate de madera o calabaza, azucararlo todo por dentro, dejar caer el excedente.
Ir prendiendo en la hornalla un carbón pequeño que quepa en tu mate. Quemarlo e introducirlo dando golpecitos o girando para que vaya quemando el azúcar.
Luego quitarlo y añadir la yerba, siempre hasta la mitad, porque se hincha.
Ladear la yerba para introducir la bombilla portadora de sabores mágicos.
Cebar con agua caliente a «punto mate».
Hacerlo así siempre me va a llevar a ellas y a sus anécdotas rodeadas de canciones y escenarios de la casa familiar .Un poco en tano, un poco en gallego y otro poco en porteño.
A este paso te diría que no se te piante un lagrimón…porque me lavas el mate.